Las termas romanas fueron declaradas Monumento Nacional en los años 30 y Patrimonio de la Humanidad junto al conjunto arqueológico de Mérida en 1993. En la actualidad, estas termas forman conjunto del balneario de la localidad y son visitables turísticamente, pero con un horario ajustado a las indicaciones de la administración del propio balneario.
El edificio romano es de cuerpo rectangular de 33 metros de largo por 16 de ancho, en el que se encuentran dos cámaras redondas completamente iguales con cúpulas semiesféricas. El acceso a ellas se hace por una escalera adosada a un lateral y cubierta por una bóveda de cañón. Inicialmente, estaban separadas por sexo, una para hombres y otra para mujeres.
Actualmente una es de agua caliente y la otra de agua fría usadas ambas por sendos sexos.
Estas estaban decoradas por cuatro hornacinas, coronadas por bóvedas de cuarto de esfera. La función de estas hornacinas fuera el de vestuario. El centro de las cámaras está ocupado por las piscinas circulares, con tres gradas que permiten un cómodo acceso.
La presencia de mármoles, cimientos, columnas nos hacen presuponer que el edificio termal debió de ser mucho mayor. Así como otras zonas arqueológicas que podemos ver en los alrededores de las termas, puerta que se cree fue la original de entrada a las piscinas, restos sobre la piscina exterior del Balneario, …