Coloquialmente conocida por todos como el sagrario y que se encuentra en el interior de la Iglesia Parroquial Ntra. Sra. de los Milagros junto al altar mayor, decorada con un retablo de madera policromada en el cual destaca la figura del Cristo Crucificado, escultura del S.XVII y protagonista de esta leyenda.
Leyenda que se ha transmitido de generación en generación, llegando hasta nuestros días y que cuenta qué sobre ésta figura recaía una maldición. Y es que se creía que si alguna vez se movía el Cristo del retablo, sobre Alange y su población recaería una gran catástrofe. Tal ha sido la creencia en esta superstición que hay constancia de que este Cristo no se ha movido nunca de la capilla, permitiendo así poder contemplar a día de hoy una de las tallas mejor conservadas de la Iglesia.
¿De dónde pudo venir esta leyenda?, ¿quién la lanzó? Lo cierto es que no se puede dar respuesta a estas preguntas ya que se pierden en el tiempo, pero es muy probable que fuera la propia Isabel de Cárdenas, benefactora de la construcción de la capilla, la que promulgó ese rumor con intención de no perder poder sobre la talla y para que esta no fuera nunca saqueada.
Leyenda y realidad se entremezclan para hacernos así más amena la historia.