Extremadura es un destino ornitológico de primer orden a nivel mundial. Pero son pocos los rincones conocidos fuera de los circuitos más turísticos. Alange, en la provincia de Badajoz, es uno de esos lugares con un potencial de aves en gran parte aún por descubrir. En su entorno se han detectado más de 230 especies de aves. Ello es debido a su ubicación geográfica estratégica y a su gran variedad de hábitats: sierras y riscos, embalse y zonas húmedas, bosques de ribera, mosaicos agropecuarios, dehesas y monte mediterráneo. Entre lo más destacado, es el único municipio español donde se pueden observar a la vez las 5 especies de vencejos ibéricos.
SIERRAS Y RISCOS
Alange pertenece a las llamadas Sierras Centrales de Badajoz, una continuidad de pequeñas pero abruptas alineaciones montañosas que se extienden desde la Sierra de San Serván hasta la Sierra de Utrera. En el mismo Alange, destaca el Cerro de la Culebra, coronado por el castillo del mismo nombre y donde es fácil ver águila perdicera, búho real, vencejo cafre –muy localizado en Extremadura-, cogujada montesina, roquero solitario y collalba negra entre otros. En este cerro se ha observado ocasionalmente vencejo moro siendo el único lugar conocido de la especie en Extremadura y de los pocos en España. Las cercanas Sierra de Peñas Blancas y Sierra de Utrera acogen una nutrida buitrera con más de 50 parejas de buitres leonados además de alimoche, águila real y perdicera, varias parejas de búho real, vencejo cafre, collalbas negras, roqueros solitarios y escribanos montesinos. En invierno es común observar acentor alpino en estas sierras y con mucha suerte incluso el escasísimo y precioso treparriscos.
EMBALSE Y ZONAS HÚMEDAS
El embalse de Alange es una gran masa de agua con pequeñas islas donde crían especies coloniales como pagaza piconegra, charrancito, cormorán grande (una de las pocas colonias españolas de esta especie), canasteras y somormujos lavancos entre otros. En invierno sirve de dormidero a miles de gaviotas sombrías y reidoras, varios cientos de cormoranes y grullas, ardeidas y anátidas, destacando la presencia regular de pato colorado, especie escasa y localizada en la región. En paso es frecuente ver águila pescadora. En sus colas son habituales las espátulas, martín pescador, garceta grande y varias especies de limícolas, así como concentraciones postnupciales de decenas de cigüeñas negras.
Las lagunas endorreicas de Torremejía son tres pequeñas masas de agua estacionales, dependientes de las variaciones pluviométricas, donde en invierno son abundantes los ánsares comunes, anátidas de hasta 9 especies, varios cientos de cigüeñas blancas, aguiluchos laguneros y milanos reales. Al estar ubicadas en medio de una zona de agrícola abierta, coinciden en el espacio también algunas especies de este hábitat como las avefrías, chorlitos dorados, sisones, ortegas, alondras e incluso ocasionalmente avutardas. Durante la migración sirven de lugar de descanso y alimentación a espátulas y limícolas.
MOSAICO AGROPECUARIO
Alange es un pueblo tradicionalmente agrícola cuyo entorno está formado en su mayoría por un paisaje modificado por la mano del hombre. Esto hace que los campos que rodean Alange formen un mosaico agropecuario de diferentes hábitats, ideal para las aves esteparias y otras especies dependientes de una actividad agraria tradicional no intensiva.
Los pastizales, barbechos y campos de cereal acogen poblaciones de aguilucho cenizo, cernícalo primilla, sisón, avutarda, ortega, alcaraván, calandria, y terrera común.
Los viñedos y olivares son el hábitat del alzacola, mochuelo común, collalba rubia o del alcaudón meridional. En invierno son frecuentes los zorzales comunes y alirrojos, fringílidos y bisbitas comunes que aprovechan los recursos desechados por el hombre, como las aceitunas y las uvas abandonadas tras vendimia a mediados de otoño.
RÍOS
Después de la presa vuelve a fluir el río Matachel, el principal de los tres que tributan al embalse de Alange. Desde la presa hasta su cercana desembocadura en el Guadiana, el río Matachel discurre entre campos de cultivos y olivares, conservando un buen soto fluvial con alisos, chopos, fresnos y otras especies riparias. Infinidad de aves comparten, junto a nutrias, meloncillos, la gineta y el tejón este ecosistema fluvial. Así, es fácil ver garceta común, avetorillo, martinete, gavilán, autillo, martín pescador, pico menor, torcecuello, picogordo, currucas, pájaro moscón, bengalí rojo, pico de coral, zarcero común, ruiseñor común, agateador y un sinfín de paseriformes migrantes.
La presa de Alange es, a ojos de las aves, un gran risco repleto de oquedades, un lugar ideal para albergar la mayor colonia de vencejo real de Extremadura –con más de 300 nidos-, así como grajillas, estorninos negros, aviones roqueros y comunes o golondrinas dáuricas.
El Guadiana acoge una fauna ornítica muy similar a la del Matchel, observándose el escaso zarcero bereber en lo que es una de las poquísimas localidades conocidas de cría en toda Extremadura.
DEHESAS Y MONTE MEDITERRÁNEO
Las dehesas, ese paisaje antropomórfico tan característico de Extremadura, también está presente en Alange. Al tratarse de un encinar aclarado, convergen en el mismo espacio ambientes forestales y agrícolas. Esta característica aumenta el número de especies tales como rabilargos, currucas mirlonas, mochuelos, elanio común o trepador azul entre otros. Sobre las dehesas no es difícil observar algún buitre negro e incluso al águila imperial ibérica, aunque no crían en la zona.
El matorral mediterráneo denso (el precursor de las dehesas) se encuentra restringido a las partes con más pendiente de las sierras, donde la actividad agrícola humana no ha podido llegar. En este hábitat encontramos especies muy similares a las dehesas pero con más representación de especies típicas de bosque esclerófilo con matorral bajo y denso, incluyendo pito real, arrendajo, currucas rabilarga, carrasqueña y cabecinegra, escribano
montesino o acentor común en invierno. En las umbrías se ha observado camachuelo común como invernante y colirrojo real en paso.
VENCEJOS DE ALANGE
Alange es una hermosa localidad situada en las Sierras Centrales de Badajoz en el límite entre Tierra de Barros y Vegas del Guadiana. En ella confluyen paisajes naturales y agrícolas con el gran embalse de Alange.
La variedad de hábitats y su buen estado de conservación explican su gran riqueza ornitológica, de la que los vencejos son protagonistas por su abundancia, diversidad y por varios hechos muy singulares.
Diversidad de especies: de las cinco especies de Vencejos, en Alange crían cuatro: Común, Pálido, Real y Cafre. Esto es extremadamente raro. La quinta especie, el Vencejo Moro, si bien no se ha constatado que críe, ha sido observada en varias ocasiones.
Vencejos en Invierno: Sólo se conocen en toda Europa tres localidades con presencia de vencejos durante todo el invierno. Debido a obras en los edificios, las colonias con vencejos invernantes, prácticamente han desaparecido en las otras localidades.
Colonias singulares: La colonia de vencejo pálido de la Iglesia es importante por su tamaño y por sus nidos a baja altura, con muchas aves volando en la plaza durante los atardeceres de verano. Además, algunos de ellos, permanecen en Alange durante todo el invierno.
La presa de Alange, alberga la colonia de vencejo real más importante de Extremadura, con más de 1000 aves, proporcionando en los atardeceres de verano un espectáculo de vuelos y trinos que merece la pena contemplar.