Balneario de Alange
Las primeras construcciones del balneario tienen origen romano. Un ara votiva en la que el patricio Licinio Sereniano dedica el balneario a Juno en agradecimiento por la salud de su hija Varinia Serena indica que el balneario ya existía en el siglo III.
De la construcción romana original han llegado hasta nuestros días dos termas circulares techadas en cúpula declaradas Patrimonio de la Humanidad, aunque algunos estudios sugieren que en el primitivo balneario romano las termas se completaban con piscinas calientes y baños de vapor configurando un importante establecimiento termal cercano a la entonces Augusta Emérita.
Tras la decadencia del imperio romano, otros pueblos continúan la tradición termal. Entre ellos los árabes de los que el balneario y el pueblo conservan el nombre, Alange, que significa agua de Alá. Pero durante largos años el balneario cae en el olvido y no es hasta el XVIII cuando comienza la rehabilitación de las termas romanas. En 1863, durante la desamortización de Madoz, el balneario sale a subasta pública y es comprado por Don Abdón Berbén y Blanco (foto superior), médico del pueblo. Realiza una reforma en las termas y construye nuevas instalaciones que integra en la edificación primitiva ampliando el balneario con jardines, bañeras de mármol italiano, piscinas sobre el manantial y galerías de duchas.
En la década de los setenta empieza un lento resurgir de la cultura termal y el balneario conoce entonces un importante impulso. Se actualizan y amplían las instalaciones y las técnicas, y se emprende la construcción del hotel Varinia Serena en 1989 y el Gran Hotel Aqualange en 2006. El balneario es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993 y en la actualidad se ha convertido en una importante estación termal que integra construcciones romanas y modernas infraestructuras combinando terapias tradicionales con las últimas tendencias en wellness e hidroterapia.
Información: Balneario de Alange.